miércoles, 15 de mayo de 2013

CRÓNICA DE UNA CLASE NO DADA

Vosotros habéis leído (y yo he intentado explicar) Crónica de una muerte anunciada... ojalá os haya gustado la cuarta parte de lo que me gustó a mí cuando la leí por primera vez (tenía un par de años más que vosotros ahora)
Pero, a lo que iba ¿a qué viene el título de esta entrada?, significa que esta es la clase que no voy a poder dar sobre la literatura hispanoamericana. Sólo me quedan 50 minutos y toooooooooooooodo un mundo. Vosotros sólo queréis que os dé pocos folios (cuantos menos, mejor) para "chapar". Está claro que mis "rollos" sirven de poco.
Vale, me rindo.  Os daré un par de folios para que aprobéis la asignatura, pero no para que disfrutéis de esa literatura. Pero sí que me gustaría que supierais lo que os perdéis: os perdéis descubrir sentir el desierto y el aire en Pedro Páramo de Juan Rulfo, os perdéis descubrir por primera vez el hielo y conocer a la familia Buendía y el Macondo de Cien años de soledad de García Márquez y dejaréis de conocer a unas peculiares prostitutas de una selva en Pantaleón y las visitadoras de Vargas Llosa,  y no os volveréis locos saltando páginas en Rayuela de Cortazar, y no fliparéis con las Ficciones de Borges... no sois conscientes de todo el mundo que tenéis a vuestro alcance. Si algún día, en verano os aburrís...podríais intentarlo...
Aquí os dejo la introducción del boom hispanoamericano (hay 10 partes más, por si alguien siente curiosidad)




Cuando tenía vuestra edad, me hicieron leer a Cortazar y sus armas secretas. Yo no era una gran lectora (aún) y me quedé totalmente descolocada con aquel libro de cuentos. Me acuerdo que leí dos veces el cuento de "las armas secretas" no daba crédito, a esa forma de escribir, de contar y ese final...(me viene a la memoria una bola de cristal, las hojas secas...)No os digo más. Es corto, si alguien se anima...
Gracias a ese libro de cuentos también descubrí a Charlie Parker


 



Y ese verano, ya con mi selectividad aprobada y libre (dentro de poco sabréis a qué sensación me refiero), en un tren nocturno que atravesaba Castilla me atreví con Rayuela.Me superó, no sabía como leerlo, saltando, seguido (es que tiene truco ;))  Y poco a poco fui descubriendo  la literatura hispanoamericana...pero ya no os cuento más, os dejo con lo que el propio Cortazar dijo del realismo mágico.

domingo, 5 de mayo de 2013

A ver si la Coca Cola os convence...

Y yo sigo intentándolo...intentando convenceros de que la poesía es necesaria...en fin,  para que no creáis que soy tan friki, no soy la única que lo piensa...